Sé lo complicado que puede ser para un amigo o ser querido acompañar y apoyar a una persona atravesando por un proceso de duelo. Siempre les he hablado desde mi perspectiva, la de una mujer que perdió a su esposo. Pero mirando para atrás, muchas veces estuve del otro lado. Y sinceramente, recuerdo no prestarle demasiada atención a las palabras que habré escogido para ofrecer apoyo. Estoy segura que no eran palabras muy pensadas. Seguramente lo que siempre escuchas; un ”lo siento”, “te acompaño en tus sentimientos” y “mis condolencias para ti y tu familia”. Y estas palabras no están mal, aunque en mi opinión son un poco mas genéricas. No me malinterpretes, hubiese preferido estas palabras a algunas de las otras que recibí que ustedes ya conocen si han escuchado algunos de mis episodios.
Realmente no existen palabras que harán sentir mejor a una persona que ha perdido a un ser querido y esta nunca debe ser la meta, pues es imposible. La meta final debe ser que la persona se sienta acompañada y que tus palabras le inviten a hablar cuando la persona esté lista.
Sé que quienes hemos perdido a un ser querido tenemos unas presiones, así mismo quienes acompañan también la tienen. El problema aquí es que nunca lo hablamos por lo tanto no tenemos ni idea de qué decir o no decir.
Aunque hay muchísimas cosas que podemos decir ante una situación de pérdida de un ser querido, algunas ya las he comenzado a publicar en mi cuenta de Instagram “He Tenido Días Mejores”. Pero aquí les incluyo una lista que para mí son de las 3 mejores cosas que podemos decir a un ser querido que atraviesa por un proceso de duelo.
1. Sé que no hay palabras adecuadas para aliviar tu dolor. Con esta oración no solo estás siendo empático, sino que estás reconociendo que realmente no existen palabras para mejorar la situación. Que por más que quisieras hacer sentir mejor a la persona, no puedes pero estás ahí para acompañarla/o.
2. Sé que no puedo comprender el nivel de dolor por el que estás pasando. Nuevamente, aquí reconoces tu nivel de empatía y humildad. Reconoces que no puedes comprender el dolor de la persona. Nunca, nunca, aunque hayas atravesado por una pérdida digas, te entiendo, yo pasé por lo mismo (y cuentes tu historia). Ningún duelo es igual y esto en lugar de hacer sentir mejor (pensarás que lo harás por identificación) minimizas el sentimiento de la persona. Esto en lugar de unir, separa.
3. Te apoyaré lo mejor que pueda. Con esta oración una vez más reconoces tus limitaciones. Sabemos que harás lo que puedas, porque si pudieras, le quitarías el dolor a la persona, pero lamentablemente sabemos que esto no puede ser. Lo ideal es que seas muy específico con tus ofrecimientos. Por ejemplo, “Puedo llamarte en las tardes para que hablemos”, o “Los lunes y miércoles te voy a llevar comida”. Debes ser clara con lo que ofreces y no dejarlo abierto, tampoco ser muy vaga en el ofrecimiento como por ejemplo “cuando quieras hablar, llámame” es muy probable que muchas veces aunque la persona quiera hablar, no te llame por no molestar. Recuerda que es un momento sumamente emocional para la persona. Es muy importante que lo que ofrezcas, lo cumplas. Ya esta persona atraviesa tal vez por el momento más doloroso de su vida, no quieres añadirle tristeza a ese momento. Asegúrate que el apoyo que ofreces, sea bien recibido por la persona. Tal vez la persona le viene bien el plato caliente que le ofreces pero no tiene deseos de ver a nadie y puede que te diga que no por esto. Intenta diciéndole que le dejas el plato en la puerta y le avisas para que salga a recibirlo. Aquí te darás cuenta si la persona desea o no verte en ese momento. Aquí el/ella te dirá “quédate” o simplemente te dará las gracias. Nunca, bajo ninguna circunstancia lo tomes personal. No tiene absolutamente nada que ver contigo. Recuérdalo siempre.
Hoy tal vez leas esto porque buscas como aprender a ser una mejor fuente de apoyo para tus familiares y seres queridos pero mañana te tocará a ti pues tristemente todos en algún momento perderemos a alguien que queremos.
Creo que lo más importante es pensar cómo lo que hacemos y decimos puede afectar a quienes le hablamos. Intentar ponernos en el lugar de la otra persona. Como me gustaría que me apoyaran, que me gustaría o no me gustaría que me dijeran. Aún así esto no garantiza que en algún momento alguien malinterprete nuestras intenciones pues todos somos diferentes. Por esto es que la comunicación debe ser lo mas clara posible, si se malinterpretó, pues se aclara desde un corazón abierto y no reactivo. No solo en este momento, sino en todo momento. Razonar y tener empatía antes de actuar nos pondrá en un lugar mejor para todo tipo de conversación.